Page 10 - Cuidemos la VIDA
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3. La sabiduría de los abuelos
-Tata-me duele mucho la panza -dijo juan ni bien abrió la puerta.
-Estas empapado, ¿Qué estuviste haciendo? –preguntó su papá mientras lo secaba.
-Me fui a jugar con los chicos al campo de maíz, ahí donde bordea el arroyo. Estuvimos
dándonos chapuzones por el calor que hacía.
-Mmmm… Te hago un té y vamos a ver cómo están los demás… -Y enseguida Atilio y
Juan se fueron de casa en casa, a lo de maría, a lo de las mellizas, incluso a lo de
Joaquín, que vivía más lejos… Casi todos los chicos se sentían igual. Entonces Atilio
decidió convocar a las familias a su casa.
La tensión se sentía en el aire. No habían terminado de acomodarse en la galería cuando
empezaron las acusaciones.
-¡Todo esto es tu culpa! -arrancó Sonia señalándolo.
-Ellos jugaron que esos pesticidas eran seguros; que solo iban a acabar con las plagas de
pulgones y langostas….que no había forma de que contaminaran el arroyo. –respondió
Atilio con tono de preocupación. –No tengo que recordarles cuánto de nuestra cosecha
perdimos el año pasado y el anterior…. -¡Pero tu cosecha no puede valer más que la
vida o la salud de mi hijo! –intervino Sonia enojada y con los ojos llorosos.
-Calma, calma. Este es un problema de todos –aconsejo Celeste, la mamá de las
mesillas-; acusándonos no lo vamos a resolver.
Muchos de nosotros aceptamos usar esos químicos en nuestros campos, y al poco
tiempo ni las langostas ni las luciérnagas se veían por acá. ¡Si hasta las mariposas
desaparecieron! La verdad es que todos sabíamos que algo no andaba bien…
-En mi jardín -agrego julia-, cuesta que brote algo y, si por fin sale una zanahoria o un
tomate, son escuálidos… Es como si la tierra misma estuviera enferma.
-Lo siento mucho ¡Necesitamos tanto una buena cosecha! -repitió apenado Atilio
Estuvimos a punto de perderlo todo… Pero si algo grave les hubiera pasado a los
chicos, nunca me lo perdonaría…
-Lo sabemos-dijo Sonia poniéndole una mano en el hombro. -Perdóname. ¡Es que me
asusté tanto! - ¿Y qué podemos hacer? -preguntó Julia mirando los ojos de todos…
-Para empezar podrían escuchar más a los viejos-se hizo oír Don Cayetano, el abuelo de
Tomás -que, justamente, por haber llegado a este mundo antes que ustedes, algo
entendemos de estas cosas. Todos saben que el abuelo de mi abuelo ya andaba por estas
tierras desde hace mucho tiempo y su pueblo sabía como proteger su maíz, sus papas…
Eran muy respetuosos con la tierra por que sentían que era ella la primera que los
cuidaba….