Page 4 - Cuidemos la VIDA
P. 4

1.  Nidos en peligro


                  La Guardiana de la Tierra amaba los árboles.

                  Le maravillaban sus pieles, sus cortezas, la luz del Sol entre las hojas…


                  Ella caminaba con sus pies descalzos escuchando y sintiendo el latido profundo de la
                  tierra , de cada semilla que despierta y se atreve a salir de su refugio y abre sus primeras
                  hojas, pequeñas y frágiles, a la aventura del viento, del sol, de la lluvia y de la nieve.

                  La Guardiana de la tierra tocaba cada una de las cosas que crecen mientras caminaba y
                  cantaba desde la salida a la puerta del Sol. Pero un día , mientras dormìa, la tierra hablo
                  en un sueño…


                  -Soy la tierra-le dijo-. La que, cuando llega el invierno, doy fuerza a las pequeñas raíces
                  para que caven bien hondo y se hagan fuerte mientras las ardillas corren a refugiarse en
                  sus madrigueras con su tesoro de bellotas y nueces y las tortugas esconden sus cabezas
                  arrugadas y sus patitas cortas bajo el caparazón.


                  La que, cuando llega el verano, se enternece con los honguitos minúsculos que parecen
                  surgir de la nada después de cada lluvia. La que canta con los grillos que se rascan la
                  cabeza y hacen música … La que se emociona cuando explotan las flores celestes del
                  jacarandá y se divierte al ver cómo se persiguen los monos de árbol en árbol… La que
                  observa respetuosa la larga, esforzada y constante marcha de las hormigas…

                  …Pero me está doliendo el corazón -bajó la voz con tisteza-: ¡veo en peligro a tantas
                  criaturas!


                  Desde hace demasiado tiempo los hombres estàn talando los àrboles, haciendo
                  desaparecer las selvas… todos los años incendian bosques enteros…

                  ¡Es urgente recordar lo que muchos pueblos antiguos sabìan!


                  Que cuando un bosque o una selva desaparece, desaparecen tambièn las flores de las
                  que beben los colibríes y los insectos que alimentan a los sapos. Los gorriones, los
                  chimangos… ¡ya no tienen donde hacer sus nidos! Los osos, los pumas, los venados, las
                  mulitas huyen buscando otro lugar para vivir…

                  Porque es la Naturaleza, como en la Vida, todo está conectado. Cuando un miembro de
                  la red falta o padece, todos -desde el más pequeño al màs grande- sufren las
                  consecuencias.


                  Si alguien esta en peligro; ninguno de nosotros está a salvo…
   1   2   3   4   5   6   7   8   9